René Garreaud, subdirector del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la U. de Chile y académico del DGF, explica que –a pesar del anuncio de la llegada del fenómeno de El Niño a nuestras costas- los registros de la Dirección Meteorológica de Chile indican que la Región Metropolitana enfrenta una sequía histórica.
“Considerando la última década, sólo 2006 y 2008 registraron superávit de precipitación anual”, indica.
Hasta el 21 de junio, en la estación de Quinta Normal se registraron sólo 11.9 mm de lluvia. En efecto, si no llueve en los próximos nueve días, la precipitación acumulada al 30 de junio será la más baja para esa fecha de todo el registro disponible desde 1866, pudiendo batir el record de 1979, que marcó 19.3 mm durante el primer semestre del año.
El académico advierte el carácter excepcional de esta sequía. “La actual sequía es la de mayor duración (5 años) y extensión territorial en la zona central de Chile, superando a eventos previos que se extendieron 2 años como máximo. Por eso la denominamos Mega sequía"
El déficit de precipitación durante este período supera el 30% desde la Región de Coquimbo hasta La Araucanía. De acuerdo a investigaciones realizadas en el DGF, sus causas no sólo pueden encontrarse en fenómenos naturales, pues la Mega sequía se ha desarrollado durante un período neutro (sin El Niño o La Niña) y su intensidad supera ampliamente los valores esperados para la fase fría concurrente de la Oscilación Decadal del Pacífico. “Esto sugiere una contribución sustancial de factores antropogénicos”, explica Maisa Rojas, directora del Núcleo Milenio de Paleoclima y académica del DGF.
Las simulaciones climáticas para los próximos 50 años publicadas por la Dirección Meteorológica de Chile, confirman los resultados de aquellas realizadas previamente
por los académicos del DGF: para 2030 -2059 las precipitaciones en la región centro sur, desde La Serena a Coyhaique, van a disminuir hasta en un 60%.
“Los cambio de circulación asociados al calentamiento global se mantendrán en el futuro, contribuyendo al progresivo secamiento de buena parte de nuestro país e incrementando la ocurrencia de sequías como la actual”, advierte.
Fenómeno de El Niño
Los investigadores no descartan la posibilidad que las lluvias aparezcan en los próximos meses.
“Este año se declaró El Niño, pero en cuanto a las precipitaciones todavía no hay certeza. Aunque existe una correlación entre El Niño y la precipitación, ésta depende mucho de la intensidad del fenómeno”, dice Rojas. “De hecho lo que es muy significativo es el déficit de precipitaciones en Santiago a la fecha en un año El Niño.
En el registro histórico esto no se había observado antes. Esperamos que la situación se revierta, porque sino habría que preguntarse si la relación precipitaciones en Santiago/El Niño está sufriendo de un cambio debido al cambio climático”.
Para José Rutllant, investigador del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y académico del DGF, se necesitarían varios años con precipitación normal o sobre lo normal para recuperar el déficit. “Es necesario que la precipitación en la parte alta de los valles sea en forma de nieve y que cuando se presente en forma de lluvia no tenga tanta intensidad para evitar aluviones”.
Informe Mega sequía
Consciente de la gravedad y excepcionalidad de la situación, El Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 se encuentra preparando un informe científico sobre la Mega sequía que ha afectado durante los últimos 5 años a la zona centro sur de Chile.
“Estamos trabajando con investigadores de diversas áreas disciplinas, desde las ciencias naturales a las ciencias sociales, para abarcar las distintas aristas de este fenómeno y evidenciar el impacto transversal que tiene en la sociedad”, explica René Garreaud, quien lidera la realización del informe cuyos resultados estarán disponibles entre septiembre y octubre de este año.
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