Noticias

Investigación de profesor Nicolás Huneeus ahonda en impactos que genera polvo del desierto de Atacama

Investigación aborda impactos que genera polvo del desierto de Atacama

El proyecto “Transport of mineral dust in northern Chile and its deposition on the Andean Cryosphere”, financiado a través de FONDECYT – ANID, busca determinar los patrones de circulación del polvo en el norte de Chile. Al existir poca documentación no se sabe con certeza hacia dónde es transportado y los impactos que puede generar en distintos ámbitos.

“Después de los aerosoles marinos, el polvo mineral es uno de los aerosoles con mayores emisiones en el planeta y tiene una alta importancia en el sistema climático, por lo cual es un tema relevante de ser estudiado”, comentó el académico del DGF.

Uno de los elementos importantes de medir en esta investigación es la deposición de polvo, ya que es el proceso responsable de la remoción de polvo de la atmósfera y es necesario para poder estimar los impactos. Así también se busca determinar cómo varía a lo largo del año.

Química Atmosférica, Energía Solar y Astronomía

Las mediciones de este proyecto se están realizando en dependencias de ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) a 50 km al este de San Pedro de Atacama, y en el complejo solar Cerro Dominador. “En cada lugar se instaló una estación meteorológica —para medir dirección y velocidad del viento, además de temperatura, presión, humedad relativa y radiación solar— y un colector llamado CARAGA para medir los flujos de deposición de polvo. Las mediciones se estarán realizando por al menos un año, esperando que las condiciones de seguridad permitan el adecuado funcionamiento de los instrumentos”, dijo Huneeus.

La elección de Cerro Dominador responde a que es una zona de posibles emisiones de polvo, razón por lo cual permitirá medir la deposición de polvo y contribuir a conocer “el impacto de la atenuación en la cantidad de radiación solar que llega a la superficie y/o que se depone sobre los paneles solares. Lo primero tiene un impacto en la eficiencia de la producción y lo segundo también impacta la mantención, ya que define la frecuencia a la cual se deben limpiar los paneles. Esperamos que nuestros resultados permitan conocer cuánto impacta el polvo en la generación solar de electricidad y, a partir de ahí, buscar herramientas que permitan reducir este impacto”, señaló el investigador.

Por su parte, el sitio de ALMA fue escogido por su ubicación en la ladera de la Cordillera de Los Andes y se espera que pueda contribuir a caracterizar el flujo cordillera arriba.

“Para cada periodo de medición, el polvo recolectado es capturado por un filtro. Este filtro se pesa para saber cuánto material se depositó (aumento del peso del filtro con respecto al inicio del periodo) y ese aumento de masa refleja el flujo de deposición. Asimismo, la materia recolectada en el filtro se puede analizar al microscopio, con espectrómetros de masa, u otras metodologías para estudiar la composición, así como la distribución de tamaño de las partículas”, agregó Huneeus.

Este proyecto cuenta con la colaboración de científicos del Laboratorio de Meteorología Dinámica de Francia y con la colaboración para el análisis de las muestras de la académica del Departamento de Geología Valentina Flores.

Impactos de las emisiones naturales polvo

Además de las implicancias en las plantas solares, hay otros temas por los cuales es necesario estudiar la dispersión del polvo. “Por ejemplo, dadas las proyecciones climáticas para Chile que sugieren una reducción de las precipitaciones en la zona central, cabe preguntarse cómo serán las emisiones de polvo en dicha zona en un futuro con menos precipitaciones”.

En la misma línea del cambio climático, Huneeus agregó que es importante determinar el impacto que puede haber en la criósfera andina. “El polvo mineral absorbe radiación solar y al hacerlo calienta su entorno pudiendo, potencialmente, llegar a acelerar los procesos de derretimiento de glaciares y nieve. A su vez esto tiene un impacto en el ciclo hidrológico, de suma importancia en aquellas localidades que dependen de esta agua para vivir. Sin embargo, el desierto y la criósfera andina han coexistido durante miles de años y es muy probable que haya cierto “equilibrio” pero es relevante saber si ha cambiado en las últimas décadas”.

Por otra parte, “no se ha documentado, a través de estudios científicos, cuánto de la mala calidad del aire en las ciudades del norte es producto de las emisiones naturales de polvo. En el caso que el polvo contribuya a la mala calidad del aire, ¿es justo que esa ciudad sea evaluada de la misma manera que una zona que no está sujeta a emisiones naturales y que no puede controlar?”, cuestionó el encargado de la investigación.

Al finalizar, comentó que sus investigaciones recientes se enfocaron en lo que pasa en Chile central respecto a la dispersión de contaminantes. Esta investigación viene a profundizar la línea de trabajo que lleva hace años desarrollando el académico del DGF.

Últimas noticias