¿Es posible emprender en Ciencias de la Tierra? El egresado del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile, Fernando Zamudio, no deja espacio para dudas. “En Chile hay muchas consultoras dedicadas a la Geología y la Geofísica”, asegura desde su casa en Batuco donde en estas semanas y, por causa de la pandemia del Covid-19, divide su tiempo entre el trabajo remoto y el cuidado de su familia.
“Trabajar en proyectos personales con control de los propios tiempos a cargo de la gestión junto con la parte técnica es gratificante y económicamente conveniente. Además, asumir riesgos financieros, agrega una cuota de adrenalina que a algunos nos alimenta el espíritu”, dice el ex estudiante del Magíster en Ciencias, mención Geofísica del DGF, quien desde 2014 se dedica a procesar e interpretar datos de prospección geofísica como asesor independiente de empresas mineras y medioambientales.
A pesar de esta convicción, Fernando Zamudio reconoce que sus primeros pasos como consultor fueron sumamente difíciles. “Comencé a emprender por necesidad y al principio hacía de todo: iba a terreno, supervisaba campañas de recolección de información, tomaba datos, los procesaba, modelaba, interpretaba, vendía, atendía clientes y soñaba con fondos concursables. Me atrevería a decir que recién hace un año descubrí cuál era mi lugar en el mercado”, reconoce.
Fernando Zamudio ingresó al Magíster en Ciencias, mención Geofísica del DGF en 2010 y egresó en 2012. La decisión de complementar su formación de pregrado como licenciado en Física con un magíster en Geofísica tuvo que ver con la intención de dedicarse a la física aplicada. “Pude haber optado por una carrera teórica y hacer un doctorado, pero el magíster me ayudó a formar una red de contactos y acceder a un rubro nuevo para ejercer en él”, afirma.
Como consultor, Fernando Zamudio dedica gran parte de su tiempo resolviendo fórmulas y ecuaciones matemáticas relacionadas con los datos de los fenómenos que observa y desarrollando rutinas automatizadas en lenguajes de programación como Python para realizar control de calidad de datos geofísicos.
“Me he dado cuenta de que cerca del 80 o 90 por ciento del tiempo de cada asesoría consiste en certificar la calidad de los datos geofísicos. Para hacerlo es necesario aprender a reconocer ciertos parámetros en la información que se revisa y, como su volumen es grande, automatizar este tipo de tareas es muy importante”, destaca el egresado del DGF.
Vida de emprendedor
Fernando Zamudio añade que, como emprendedor, debe encargarse de todos los aspectos relacionados con cada proyecto que ejecuta, entre los cuales se cuentan tareas como negociar, generar contratos y realizar los cálculos contables. “Antes no hacía nada de estas cosas. Descubrí este mundo gracias a mi primera postulación a un proyecto, Corfo, hace años atrás y, aunque no gané, me di cuenta de que no había físicos ni geofísicos que emprendieran. Fue así como me di cuenta de que podía darle forma a mi propio proyecto”, manifiesta.
A pesar del valor de su esfuerzo personal, el egresado del DGF recalca que no habría logrado nada de lo conseguido hasta ahora, sin la ayuda de otras personas, como su primer socio, el ingeniero civil en minas, Luis Soto, y los/as emprendedores/as de la oficina de trabajo colaborativo (cowork), Estación Lastarria, donde espera volver una vez que pase la pandemia del Covid-19.
“Ahí hay un ecosistema de emprendimiento donde trabajan, personas con especialidades tan variadas como leyes, geografía, finanzas, ciencias sociales y publicidad. A través de ellas/os he encontrado oportunidades de trabajo en medio de almuerzos y charlas sobre emprendimiento”, subraya.
Sobre la posibilidad de trabajar contratado por una empresa, Fernando Zamudio responde que, si bien podría hacerlo —por conocer rubros como la prospección geofísica en la gran minería—, no es algo que le interese por ahora, porque mantenerse estático en un solo trabajo no es algo que le haga bien.
“Siento que emprender es algo muy entretenido, entre otras cosas, porque se requiere desarrollar habilidades blandas. Además, al contrario de lo que se podría pensar, emprender puede llegar a ser una ocupación estable, incluso en tiempos de crisis económica”, sostiene. “Si bien el riesgo de invertir es alto, el retorno también lo es y hoy no son pocas las personas dispuestas a invertir capital en apoyo técnico para ir en la búsqueda de minerales”, concluye.